El pingüino de Adelia recibe su nombre de Adèle Pépin, esposa del explorador francés Jules Dumont que fue quien descubrió esta especie en el año 1840. También es conocido como pingüino de adelaida, pingüino adeliae o pingüino de ojo blanco. Esta especie la podemos encontrar en la Antártida, al igual que pasa con el pingüino emperador.
Datos del pingüino de Adelia
Estos son algunos de los datos más destacables del pingüino de adelia:
Nombre científico: Pygoscelis adeliae
Altura: 65 a 70 cm
Peso: 4 a 5,5 kg
Esperanza de vida: 11 a 20 años
Velocidad nadando: 8 km/h
Cantidad de huevos: 2
Cómo identificar a los pingüinos de Adelia
Esta raza de tamaño medio se puede distinguir por sus plumas situadas en la base del pico, así como por su característico aro de color blanco ubicado alrededor de los ojos. Como viene siendo habitual en otros tipos de pingüinos, los machos son algo más grandes y pesados que las hembras.
Con respecto al resto de especies, la cola del pingüino de Adelaida es un poco más larga en proporción al tamaño de su cuerpo. De su pico podemos destacar que tiene una coloración roja. No obstante, debido al plumaje en la zona muchas veces queda oculto, por lo que no se puede apreciar.
Reproducción del pingüino de Adelia
El pingüino Adelie, siempre que sea posible, se apareará con la misma pareja cada año. Entre tantos ejemplares, pueden reconocerse gracias a los sonidos que emiten. Si un joven macho todavía no tiene pareja, tratará de atraer la atención de alguna mediante movimientos que hará con su cuerpo. En caso de que alguna muestre interés en él, imitará sus mismos movimientos.
Las hembras comienzan a tener bebés a partir de los 6 años y queda embarazada entre los meses de octubre a febrero. Al igual que otras especies de pingüinos, la nidada típica es de dos huevos en cada periodo de cría. Los sitios escogidos para incubar suelen ser playas de piedras o lugares próximos al mar, pero donde no haya hielo.
Aunque el macho es el encargado de encontrar un lugar apropiado para la crianza, el nido, de forma circular, es construido por los dos miembros de la pareja. Por lo general se valen de piedras y diversos desechos que hallan en su entorno como materiales de construcción. Como dato curioso, en ocasiones se producen disputas entre los pingüinos cuando uno de ellos trata de tomar una piedra de otro nido que no es suyo.
Es muy importante que escojan bien el lugar donde criarán a sus polluelos ya que el clima es muy duro debido a las bajas temperaturas. Las colonias de pingüinos de Adelia colocan los nidos próximos unos de los otros. Esto lo hacen como medida defensiva ante los depredadores. Cuanto más en el centro de la colonia se encuentre un nido, más protegidos estarán los huevos o los polluelos, en caso de que ya hayan nacido.
Cuando acaban el nido, la hembra ya puede comenzar a poner tranquilamente los huevos. Normalmente el primer huevo que ponen es mayor que el segundo y es a este al que dedicarán más esfuerzo los padres para que salga adelante. Lamentablemente, el segundo huevo no lo tendrá nada fácil para sobrevivir.
Llegados a este punto, macho y hembra tomarán turnos de unos 12 días para incubar los huevos mientras el otro busca alimentos. Una vez puestos los huevos, es la hembra la primera en ir. El proceso de incubación suele tomar un mes, pudiendo extenderse hasta los 38 días. Cuando finalmente los pichones llegan al mundo, los padres vuelven a hacer turnos, mientras el otro se queda para cuidar de los pequeños. Pasadas las 3 semanas, ahora sí van los dos a buscar comida. En cada viaje, de unos dos días de duración aproximadamente, los padres pueden traer hasta 1 kg de comida cada uno. Mientras tanto, los jóvenes pingüinos se quedan con los bebés de otras parejas, juntos, dándose calor. Estos grupos de pichones reciben el nombre de “guardarías”. Esta es una época muy peligrosa ya que son jóvenes y muy vulnerables a los ataques.
Los pichones mudan su plumaje cuando alcanzan los dos meses de edad. Es entonces cuando empiezan a ser más independientes. Ahora ya podrán sumergirse en el agua y buscar comida por sí mismos.
Distribución del pingüino de Adelia
El pingüino de adelia es característico de la parte costera del continente antártico además de algunas islas próximas. Un claro ejemplo es la conocida Isla Ross. Se ha estimado que hasta 500.000 ejemplares viven allí, convirtiéndose así en el mayor grupo de esta especie. En total se han contabilizado más de treinta colonias de pingüinos de adelaida, sumando una población total de 5 millones.
Durante el invierno se desplazan a distintas islas próximas a la Antártida. Sin embargo, aunque durante esta época se encuentren en zonas alejadas de la costa, regresarán a ella en el periodo de reproducción.
Dieta del pingüino de Adelia
Su dieta está compuesta en su gran mayoría por calamares, camarones, kril y peces. Para poder acumular grasa suficiente para sobrevivir a la época de reproducción, durante la cual pasan días sin comer nada, los pingüinos de Adelia toman mucho alimento con antelación.
A la hora de salir a cazar lo hacen en grupos. Este comportamiento tiene dos objetivos. Por un lado, les permite tener una mayor protección en caso de que sufran un ataque de un depredador. Por otro lado, el ser varios les permite formar un círculo alrededor de los peces e impedir que escapen. Esto hace que la cantidad de peces capturados sea mayor.
Normalmente, los pingüinos de Adelia buscan su alimento cerca de la superficie. Sin embargo, se han dado casos en los que se han llegado a sumergir hasta profundidades de 175 metros. Y si hablamos de distancias, cuando están buscando comida pueden ir a distancias lejanas, de hasta 300 kilómetros. Esto es posible debido a su habilidad como nadadores.
La textura de sus lenguas no es lisa. Más bien, están llenas de pequeñas púas que evitan que se les escape la presa cuando están cazando. Además, cuando consiguen capturar algún animal, lo engullen sin masticar, por lo que, dependiendo del tamaño del pingüino, podrá comer algo más o menos grande.